En el siglo XVI se inicia la dinastía de los Habsburgo, sustituyendo a los anteriores Trastámara, y serán conocidos como los Austrias. En 1516 muere Fernando, el rey de la corona de Aragón, y se buscó un nuevo rey en su linaje. De este modo, Carlos, su nieto, aunque nunca había estado en territorio español ni sabía la lengua, iba a heredar una inmensa cantidad de territorios. Recibe de Isabel, la Corona de Castilla, posesiones en África, Canarias y los territorios de ultramar americanos, de Fernando hereda la Corona de Aragón, Nápoles, Córcega y Cerdeña. De sus abuelos paternos, Maximiliano de Austria y María de Borgoña recibe el Franco- Condado, territorios austríacos, los Países Bajos y el título de Emperador. Este último elemento hizo que los castellanos comenzaran a protestar contra lo nuevo rey ya que no querían ser gobernados desde su corte en la actual Alemania. Así se inicia la revuelta de los comuneros, y duraría dos años. Pero finalmente, los comuneros fueron vencidos, hechos presos y reprimidos. Pero poco a poco las cosas irían cambiando y, aquel joven que no sabía hablar castellano comenzó a corregirse. Frente a dura represión contra los comuneros dijo: "No más sangre", y comenzarían buenos tiempos para el Imperio. Poco más adelante, casa con la princesa Isabel de Portugal.
El azar y la política matrimonial puesta en marcha por los Reis Católicos hicieron que Carlos lo heredará todo. El territorio estaba muy disperso por Europa, lo que dificultó el gobierno, la administración y hizo que aumentaran las rivalidades con el resto de las potencias. Carlos I desarrollará una monarquía autoritaria en la que el suyo poder estaba mínimamente limitado por ciertas leyes y normas territoriales que se compromete la respetar.
En 1547, Carlos I hace llamar al Duque de Alba y a los tercios viejos para enfrentarse a los príncipes del Sagrado Imperio que le negaban obediencia y lucharon en la batalla de Mülhberg, donde Carlos será retratado como un soldado montado a caballo en el campo de batalla, siendo la estampa de su victoria más absoluta. Después de tantas batallas y de enfrentarse a numerosos problemas internos, se retira a Extremadura dividirá el Imperio para facilitar su administración.
Su hijo Felipe II heredará casi todo el territorio, mientras que su hermano Fernando heredará los territorios austríacos y el título de emperador. Comienza así el reinado de Felipe II en el 1556. Era un rey preparado, ya tenía experiencia por la regencia de los territorios españoles y fue rey de Inglaterra de 1554 hasta 1558. No era un rey belicoso, más bien era papelero, pero también era implacable, sobre todo con los herejes, y eso es lo que le caracteriza, la intolerancia religiosa.
El auge del protestantismo invaden los Países Bajos, y los habitantes comenzaron a asaltar las iglesias y mostrar sus sentimientos religiosos frente a los de Roma. Como Felipe II era fiel al papa decidió castigar a los sublevados con un ejército liderado por el célebre Duque de Alba. Las instrucciones eran muy claras y precisas: tendría que reprimir con mano dura las revueltas. Solo se consigue tomar los territorios del sur por la dura resistencia de los territorios del norte, que contarán con la ayuda de Inglaterra y se separan formando la Unión de Utrech (protestante) cuyo líuder es Guillermo De Orange. Felipe formará en el sur a Unión de Arras (católica).
Exceptuando los sucesos de los Países Bajos, los setenta fue un periodo próspero para el imperio. Las fronteras americanas se desplazaron y los colonos llegaron hasta Filipinas, siendo la única nación del mundo que tiene el nombre de un rey. Es el imperio donde nunca se pone el sol. En el 1580 muere el rey portugués sin dejar heredero, y Felipe, que y hijo de la antes citada Isabel de Portugal, reclama sus derechos. Mediante lo uso de la diplomacia y del ejército liderado por el Duque de Alba, será nombrado Rei de Portugal en las Cortes Portuguesas, y se llamará a sí mismo Rey de España.
La Guerra con Inglaterra parte de la rivalidad religiosa, motivos políticos por el apoyo a los sublevados de los Países Bajos y por motivos económicos por los constantes saqueos las rutas comerciales españolas. El detonante será la ejecución de la reina católica de Escocia, María de Estuardo. Felipe II planea la invasión de Inglaterra con una flota nunca antes vista liderada por Alejandro Farnesio. Parten de Lisboa e intentarán llegar la Unión de Arras, donde recogerán la infantería de los tercios viejos, pero son vencidos en la entrada del Canal de la Mancha e intentarán huir al norte de las islas británicas, donde serán sorprendidos por una gran tormenta.
Después de esta guerra, comenzaría la decadencia del Imperio. No obstante, Felipe seguía empeñado en más guerras. La opinión del pueblo se puso en su contra y se murmuraba "si el rey no muere, el reino muere". Finalmente, Felipe II morirá en el 1598.
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